Para responder a esta pregunta, vamos a empezar explicando lo que nos puede aportar un trípode:
- Un punto de apoyo. Trabajar con el trípode permite tener las manos libres y el equipo sujeto. Ideal cuando trabajamos con equipos pesados.
- Velocidades lentas y sensibilidades bajas. El trípode es el compañero inseparable de las salidas de naturaleza, sobre todo si os gustan los amaneceres y atardeceres, la
fotografía macro o cualquier situación que implique diafragmas cerrados, poco ruido y velocidades lentas.
- Encuadres más meditados y fotografías más lentas. Trabajando con el trípode, aumentamos el tiempo antes de disparar una fotografía. Ajustamos horizonte, altura, ángulo
y ésto lleva su tiempo.
- Para usar el temporizador en fotografías de grupos o autorretratos.
- Para disparar sin vibraciones, tanto en video como en fotografía con teleobjetivos largos.
- El peso y el tamaño sería el inconveniente.Añadimos otro equipamiento a la bolsa y cuando viajamos puede llegar a ser un incordio.
En resumen, si tienes muy claras las ventajas para ese tipo de fotografías que te gusta hacer. Entonces necesitas un trípode.